La Psicología Revolucionaria enseña que sólo el hombre mismo puede llegar a conocerse a sí mismo.
Que solo el hombre mismo puede saber de su propia Conciencia y si ésta existe en un momento dado o no.
El despertar de la conciencia sólo es posible mediante la liberación y emancipación del dualismo mental, del batallar de las antítesis, del oleaje intelectual.
De ahí que el mayor reto para el aspirante al camino esotérico, para el que quiera auto conocerse es siempre la mente.
Por eso se nos plantea la técnica de la meditación, que es el ejercicio esotérico de la mente.
La meditación prácticamente está planteada en todas las escuelas, en todas las culturas y en todas las religiones.
La Meditación es una ciencia dirigida a obtener información interna o esotérica.
La Meditación no es, tan sólo, una postura física ni tampoco una actitud mental o sentimental, la meditación pertenece a una alta vibración de la Conciencia.
“La CONCENTRACION es una fase de la MEDITACION. La MEDITACION sigue a la CONCENTRACION.
La concentración es, pues, lo primero y principal que el aspirante debe adquirir en el sendero espiritual”.
Concentración: Si deseas hablar a una persona que se encuentra a una cierta distancia de ti, te sirves de tus manos como altavoz para hablarle. Las ondas sonoras se concentran así en un punto, desde el que se dirigen a la otra persona, que puede oírte con claridad. De igual modo, si reúnes los rayos dispersos de tu mente y los enfocas hacia un punto, tendrás una maravillosa concentración. La mente concentrada te servirá como un potente faro para descubrir los tesoros del alma y para alcanzar la suprema riqueza del Ser.
Quienes no saben vivir consciente e inteligentemente, de acuerdo con la FILOSOFIA GNOSTICA DE LA MOMENTANEIDAD (vivir de momento en momento, de instante en instante), jamás aprenderán a meditar.
El material para la meditación debe ser extraído de la vida diaria.
“En tanto uno no haya experimentado directamente eso que no es del Tiempo, eso que es la Verdad, no tendrá esa energía, ese ardor, ese incentivo, esa fuerza continua que se necesita para trabajar terriblemente sobre sí mismo.” Samael Aun Weor
La meditación reviste varias fases:
1. Asana (postura del cuerpo) Una postura cómoda, no importa el lugar dónde se realice.
2. Pratyahara No pensar en nada, o sea mente en blanco.
3. Dharana (concentración interna) Saber fijar la mente en una sola cosa.
4. Dhyana (meditación interna) Meditación profunda. Reflexión sobre el contenido profundo
de la misma cosa.
5. Éxtasis, Samadhi. Felicidad, Alegría, unión con el Ser. Así es como despierta la conciencia de su
letargo milenario. Así es como podemos adquirir verdadera Sabiduría divina sin necesidad de dañar
los poderes de la Mente con el batallar de los razonamientos.
Sólo conociendo los diversos mecanismos de la mente, podremos liberarnos de la misma para hacer de ella un instrumento útil.
La libertad intelectual sólo es posible a base de entendimiento, comprensión y conocimiento de los diversos funcionalismos de la mente.
El autoconocimiento y el despertar comienzan cuando aceptamos la realidad de que la mente humana está condicionada.
La mente debe convertirse en un mecanismo obediente al hombre.
Es posible lograr la liberación de la mente si descubrimos la inteligencia que posee.
Necesitamos mente íntegra en vez de mente dispersa.
La técnica de la meditación nos permite llegar hasta las alturas de la Iluminación y del despertar de la Conciencia.
Durante la meditación debemos aprender a practicar la atención hacia el Ser.
La práctica diaria de la meditación nos transforma radicalmente.
La meditación sirve y es para poner la mente al servicio del Intimo-Ser.
Que solo el hombre mismo puede saber de su propia Conciencia y si ésta existe en un momento dado o no.
El despertar de la conciencia sólo es posible mediante la liberación y emancipación del dualismo mental, del batallar de las antítesis, del oleaje intelectual.
De ahí que el mayor reto para el aspirante al camino esotérico, para el que quiera auto conocerse es siempre la mente.
Por eso se nos plantea la técnica de la meditación, que es el ejercicio esotérico de la mente.
La meditación prácticamente está planteada en todas las escuelas, en todas las culturas y en todas las religiones.
La Meditación es una ciencia dirigida a obtener información interna o esotérica.
La Meditación no es, tan sólo, una postura física ni tampoco una actitud mental o sentimental, la meditación pertenece a una alta vibración de la Conciencia.
“La CONCENTRACION es una fase de la MEDITACION. La MEDITACION sigue a la CONCENTRACION.
La concentración es, pues, lo primero y principal que el aspirante debe adquirir en el sendero espiritual”.
Concentración: Si deseas hablar a una persona que se encuentra a una cierta distancia de ti, te sirves de tus manos como altavoz para hablarle. Las ondas sonoras se concentran así en un punto, desde el que se dirigen a la otra persona, que puede oírte con claridad. De igual modo, si reúnes los rayos dispersos de tu mente y los enfocas hacia un punto, tendrás una maravillosa concentración. La mente concentrada te servirá como un potente faro para descubrir los tesoros del alma y para alcanzar la suprema riqueza del Ser.
Quienes no saben vivir consciente e inteligentemente, de acuerdo con la FILOSOFIA GNOSTICA DE LA MOMENTANEIDAD (vivir de momento en momento, de instante en instante), jamás aprenderán a meditar.
El material para la meditación debe ser extraído de la vida diaria.
“En tanto uno no haya experimentado directamente eso que no es del Tiempo, eso que es la Verdad, no tendrá esa energía, ese ardor, ese incentivo, esa fuerza continua que se necesita para trabajar terriblemente sobre sí mismo.” Samael Aun Weor
La meditación reviste varias fases:
1. Asana (postura del cuerpo) Una postura cómoda, no importa el lugar dónde se realice.
2. Pratyahara No pensar en nada, o sea mente en blanco.
3. Dharana (concentración interna) Saber fijar la mente en una sola cosa.
4. Dhyana (meditación interna) Meditación profunda. Reflexión sobre el contenido profundo
de la misma cosa.
5. Éxtasis, Samadhi. Felicidad, Alegría, unión con el Ser. Así es como despierta la conciencia de su
letargo milenario. Así es como podemos adquirir verdadera Sabiduría divina sin necesidad de dañar
los poderes de la Mente con el batallar de los razonamientos.
Sólo conociendo los diversos mecanismos de la mente, podremos liberarnos de la misma para hacer de ella un instrumento útil.
La libertad intelectual sólo es posible a base de entendimiento, comprensión y conocimiento de los diversos funcionalismos de la mente.
El autoconocimiento y el despertar comienzan cuando aceptamos la realidad de que la mente humana está condicionada.
La mente debe convertirse en un mecanismo obediente al hombre.
Es posible lograr la liberación de la mente si descubrimos la inteligencia que posee.
Necesitamos mente íntegra en vez de mente dispersa.
La técnica de la meditación nos permite llegar hasta las alturas de la Iluminación y del despertar de la Conciencia.
Durante la meditación debemos aprender a practicar la atención hacia el Ser.
La práctica diaria de la meditación nos transforma radicalmente.
La meditación sirve y es para poner la mente al servicio del Intimo-Ser.
Asociación Gnóstica de Antropología - West Palm Beach, Florida
407-516-2453